
LA RUTA DE LAS ALAS
Un hito en la conservación de murciélagos en América Latina
Un proyecto pionero que transforma la percepción sobre los murciélagos y garantiza su conservación en Colombia.
Bogotá, Colombia – 27 de febrero de 2025.
La Ruta de las Alas marca un antes y un después en la conservación de los murciélagos en América Latina con la implementación del primer Banco de Hábitat de la región dedicado a la protección del Saccopteryx antioquensis, una especie de murciélago insectívoro y en peligro de extinción. Este innovador proyecto se desarrolla dentro del Corredor Kárstico del Oriente Antioqueño (CoKOA), una Área de Importancia para la Conservación de Murciélagos (AICOM), además enmarca un esfuerzo sin precedentes en la conservación de la biodiversidad, promoviendo acciones concretas para la preservación de estos hábitats tan esenciales.
El AICOM es una estrategia latinoamericana de conservación que contribuye a la gestión del territorio mediante el reconocimiento de hábitats cruciales para una gran diversidad de murciélagos, incluyendo especies únicas y/o amenazadas. En el caso de Antioquia, el AICOM CoKOA busca preservar las cuevas y otros refugios naturales que albergan más de 40 especies de murciélagos, garantizando la implementación de estrategias sostenibles para la protección de ecosistemas clave.
“Nuestro trabajo demuestra que es posible combinar la ciencia, la gestión ambiental y la participación de diversos actores para garantizar la conservación a largo plazo. La presencia confirmada del Saccopteryx antioquensis en el Corredor Kárstico del Oriente Antioqueño nos motiva a seguir fortaleciendo estos procesos”, comentó Diana Cardona, directora del proyecto “La ruta de las Alas”.
Desde su redescubrimiento en 2020, el Saccopteryx antioquensis se ha convertido en un indicador clave de la urgencia de conservar la biodiversidad en Colombia. Esta especie, endémica del oriente de Antioquia, enfrenta amenazas críticas como la deforestación y la fragmentación del ecosistema. Para abordar esta problemática, La Ruta de las Alas está diseñando con el apoyo de Terrasos el primer Banco de Hábitat para murciélagos en América Latina, un mecanismo innovador que permite la restauración y protección de ecosistemas esenciales para su supervivencia.
Este modelo no solo protege al Saccopteryx antioquensis, sino que también establece un precedente para la conservación de especies vulnerables en Colombia y la región, promoviendo la inversión en soluciones sostenibles y de largo plazo para la biodiversidad y el bienestar de las comunidades humanas.
A lo largo de la historia, los murciélagos han simbolizado la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual. En muchas culturas, su relación con la fertilidad y la abundancia de alimentos los llevó a ser representados en piezas de cerámica étnica. Sin embargo, con el tiempo, estas criaturas han sido injustamente asociadas con mitos y leyendas que los vinculan con lo maligno, generando temores, rechazo en muchas comunidades y enfrentado graves amenazas, como la pérdida de hábitat y la persecución. Conocerlos es el primer paso para valorar y proteger a estos insustituibles guardianes de la naturaleza.
Los murciélagos cumplen funciones ecológicas esenciales: controlan plagas, polinizan flores y dispersan semillas, contribuyendo así a la regeneración de los bosques y la estabilidad de los ecosistemas. En Colombia, el segundo país con mayor diversidad de murciélagos en el mundo y cuenta con 217 especies, de las cuales nueve están en peligro de extinción. Entre ellas se encuentra Saccopteryx antioquensis, catalogada como En Peligro (EN) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La Ruta de las Alas busca revertir esta situación a través de la educación y la divulgación científica, promoviendo una nueva narrativa basada en la evidencia y el respeto por la biodiversidad.
«Este proyecto no solo beneficia a los murciélagos, sino que abre una puerta a nuevas formas de conservación basadas en soluciones innovadoras y sostenibles. Es un ejemplo de cómo la inversión ambiental puede generar impacto real en la biodiversidad», destacó Cardona y añadió, “este proyecto no solo beneficia a los murciélagos, sino que abre una puerta a nuevas formas de conservación basadas en soluciones innovadoras y sostenibles. Es un ejemplo de cómo la inversión ambiental puede generar impacto real en la biodiversidad».
La Ruta de las Alas también ofrece una solución concreta para que empresas y entidades cumplan con sus obligaciones de compensación ambiental. A través del modelo de Bancos de Hábitat, se facilita la emisión de créditos obligatorios y voluntarios de biodiversidad, los cuales pueden ser adquiridos tanto por empresas privadas, como por el público en general. Los fondos recaudados se destinan a la restauración y protección del hábitat de esta especie, garantizando su conservación a largo plazo y consolidando una estrategia que integra sostenibilidad económica y protección de la biodiversidad.
«Las alianzas estratégicas son fundamentales para generar un impacto real en la biodiversidad y alcanzar los objetivos cruciales para la preservación de hábitats esenciales. En este proyecto, desempeñamos un papel activo en el cuidado, conservación y protección del Saccopteryx antioquensis, así como en la preservación de las cuevas y otros refugios naturales, mediante el banco de hábitat que estamos implementando. Nuestro objetivo es no solo fomentar la protección ambiental, sino también promover la transformación de las comunidades que interactúan con el entorno de los murciélagos, garantizando así un futuro sostenible y equitativo para todos”, destacó Mariana Sarmiento, CEO de Terrasos.
Este proyecto se desarrolla bajo la colaboración multidisciplinaria de varias organizaciones aliadas, siendo un logro significativo ya que combina la visión, experiencia y recursos de diferentes entidades para aportar a la conservación de la vida silvestre y el bienestar de las comunidades humanas en el área de estudio.
En cuanto a la financiación y apoyo estratégico se encuentra Bat Conservation International (BCI) una Institución internacional que tiene como misión conservar los murciélagos del mundo y sus ecosistemas para garantizar un planeta saludable, logrando victorias duraderas en materia de conservación con los más altos estándares.