El Proyecto
EL PROYECTO
Antecedentes

Saccopteryx antioquensis (Emballonuridae), conocido como murciélago de sacos alares antioqueño, fue descubierta en 1996 y descrita en el 2001 a partir de dos especímenes del sudeste de Antioquia, en la vertiente oriental de la Cordillera Central de Colombia. Esta especie tiene una característica única: carece de dos líneas blancas onduladas en el dorso, una característica que define a todas las demás especies del género. Adicionalmente, es una de las ocho especies de murciélagos endémicas de Colombia.
Se encuentra catalogada En Peligro (EN) de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) debido a la pérdida y fragmentación del hábitat en la región kárstica del oriente de Antioquia, Colombia. La explotación de calizas y mármoles, la ganadería extensiva y el turismo no controlado representan amenazas significativas.


La limitada distribución geográfica y la falta de información detallada sobre la población aumentan su vulnerabilidad.
Considerado extinto durante casi dos décadas, la situación resalta la necesidad urgente de medidas efectivas para su conservación y la preservación de su hábitat único.
Además, su área de distribución es inferior a 5.000 km 2 y no se dispone de información sobre su estado, amenazas y necesidades ecológicas.
Sabemos muy poco sobre este pequeño murciélago insectívoro, sólo que está restringido a un bosque húmedo de tierras bajas asociado a un corredor kárstico en el sudeste de Antioquia.

¡El redescubrimiento del Saccopteryx antioquensis había tenido lugar!
En diciembre de 2020, Leidy Laura López, Sergio Solari y colaboradores realizaron un monitoreo en las áreas de conservación al norte del municipio de Sonsón. Durante esta investigación, capturaron un solo individuo de Saccopteryx sin las dos líneas blancas onduladas en la espalda. Registrando sus llamadas de ecolocalización y recolectando el espécimen, se llevaron a cabo las medidas necesarias para documentar de manera adecuada este emocionante hallazgo.


El hábitat de Saccopteryx antioquensis está en peligro.
Existen al menos 95 títulos mineros para la extracción de piedra caliza y mármol a gran escala en todo el corredor kárstico. En las zonas donde ya se está llevando a cabo la minería, se han perdido, modificado o fragmentado hábitats y se han contaminado los recursos hídricos.
Además, se extrae madera ilegalmente y se talan bosques para la ganadería extensiva.
Dentro de las cuevas, las comunidades intentan controlar a los hematófagos con quemas o venenos en sus refugios, afectando a toda la comunidad de murciélagos que pueden estar en estos espacios.
La situación es crítica.

El hábitat de Saccopteryx antioquensis está en peligro.
Existen al menos 95 títulos mineros para la extracción de piedra caliza y mármol a gran escala en todo el corredor kárstico. En las zonas donde ya se está llevando a cabo la minería, se han perdido, modificado o fragmentado hábitats y se han contaminado los recursos hídricos.
Además, se extrae madera ilegalmente y se talan bosques para la ganadería extensiva.
Dentro de las cuevas, las comunidades intentan controlar a los hematófagos con quemas o venenos en sus refugios, afectando a toda la comunidad de murciélagos que pueden estar en estos espacios.
La situación es crítica.
Se han realizado dos esfuerzos para proteger esta especie única.
En primer lugar, la autoridad regional de conservación, Corantioquia, creó en 2006 un Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) Cañón del Río Alicante con el fin de preservar una sección del corredor kárstico. En segundo lugar, en 2019 se estableció un Área de Importancia para la Conservación de Murciélagos (AICOM). El AICOM se denominó CoKOA: Corredor Kárstico del Oriente Antioqueño.
El objetivo del DRMI y del AICOM CoKOA es preservar las cuevas y otras formaciones kársticas que proporcionan refugios permanentes o temporales a casi 40 especies de murciélagos. Además, estos dos esfuerzos quieren preservar grandes áreas de bosques húmedos tropicales de tierras bajas.
A pesar de estas iniciativas, varias áreas dentro del AICOM y el DRMI están en peligro por cambios drásticos en el uso del suelo. Por lo tanto, es necesario crear estrategias novedosas y duraderas para proteger el hábitat de Saccopteryx antioquensis.

Área de Estudio
El AICOM CoKOA se ubica en la vertiente oriental de la Cordillera Central de Colombia, forma parte de la región biogeográfica Chocó-Magdalena, e incluye los municipios de Yolombó, Maceo, Puerto Berrío, Caracolí, San Carlos, Puerto Nare, San Luis, Puerto Triunfo, San Francisco y Sonsón, todos dentro del departamento de Antioquia (Colombia). Contiene al menos 66 cuevas y cubre un área total de 133.000 hectáreas.
El AICOM está compuesto en su mayor parte por un paisaje kárstico ubicado en la zona de vida del Bosque Húmedo Tropical (bh-T). El 38% del paisaje está compuesto por bosques naturales, fragmentos de bosque y bosques de galería. El 60% restante es un mosaico de pastos, cultivos, matorrales y desarrollos urbanos, en ese orden de importancia. Los bosques mejor conservados se encuentran en zonas donde se encuentran con mayor frecuencia afloramientos de mármol y piedra caliza.
Además de las cuevas, existen otras formaciones geológicas como dolinas, terrazas, grutas y abrigos rocosos con variedad de espeleotemas. Estas formaciones generan ambientes que sirven como sitios de descanso para muchas especies de murciélagos.
Área de Estudio
El AICOM CoKOA se ubica en la vertiente oriental de la Cordillera Central de Colombia, forma parte de la región biogeográfica Chocó-Magdalena, e incluye los municipios de Yolombó, Maceo, Puerto Berrío, Caracolí, San Carlos, Puerto Nare, San Luis, Puerto Triunfo, San Francisco y Sonsón, todos dentro del departamento de Antioquia (Colombia). Contiene al menos 66 cuevas y cubre un área total de 133.000 hectáreas.
El AICOM está compuesto en su mayor parte por un paisaje kárstico ubicado en la zona de vida del Bosque Húmedo Tropical (bh-T). El 38% del paisaje está compuesto por bosques naturales, fragmentos de bosque y bosques de galería. El 60% restante es un mosaico de pastos, cultivos, matorrales y desarrollos urbanos, en ese orden de importancia. Los bosques mejor conservados se encuentran en zonas donde se encuentran con mayor frecuencia afloramientos de mármol y piedra caliza.
Además de las cuevas, existen otras formaciones geológicas como dolinas, terrazas, grutas y abrigos rocosos con variedad de espeleotemas. Estas formaciones generan ambientes que sirven como sitios de descanso para muchas especies de murciélagos.





La Ruta de Conservación
Para superar estos inconvenientes y preservar adecuadamente la especie en peligro de extinción: el Saccopteryx antioquensis, queremos establecer un Banco de Hábitat dentro del AICOM CoKOA.
El Banco de Hábitat opera como un mecanismo que permite a las empresas privadas compensar sus impactos ambientales y cumplir con sus obligaciones legales mediante la adquisición de créditos en áreas estratégicas. Tras un estudio técnico, financiero y jurídico, las empresas pueden obtener cupos del Banco de Hábitat, cada uno representando una hectárea en conservación. Estos créditos respaldan la protección ambiental en las áreas designadas, facilitando la mitigación de impactos y promoviendo la responsabilidad ambiental corporativa.
Los beneficios monetarios derivados del Banco de Hábitat pueden asegurar la preservación del hábitat, y contribuir a la mejora y restauración del ecosistema. Estos fondos pueden utilizarse para ofrecer incentivos a los propietarios, implementare prácticas de gestión predial y promover la sostenibilidad a largo plazo.
El establecimiento de un Banco de Hábitat en las AICOMs CoKOA proporcionaría los recursos adecuados para crear un plan de conservación sostenible para la protección de Saccopteryx antioquensis y su hábitat.

La Ruta de Conservación
Para superar estos inconvenientes y preservar adecuadamente la especie en peligro de extinción: el Saccopteryx antioquensis, queremos establecer un Banco de Hábitat dentro del AICOM CoKOA.
El Banco de Hábitat opera como un mecanismo que permite a las empresas privadas compensar sus impactos ambientales y cumplir con sus obligaciones legales mediante la adquisición de créditos en áreas estratégicas. Tras un estudio técnico, financiero y jurídico, las empresas pueden obtener cupos del Banco de Hábitat, cada uno representando una hectárea en conservación. Estos créditos respaldan la protección ambiental en las áreas designadas, facilitando la mitigación de impactos y promoviendo la responsabilidad ambiental corporativa.
Los beneficios monetarios derivados del Banco de Hábitat pueden asegurar la preservación del hábitat, y contribuir a la mejora y restauración del ecosistema. Estos fondos pueden utilizarse para ofrecer incentivos a los propietarios, implementare prácticas de gestión predial y promover la sostenibilidad a largo plazo.
El establecimiento de un Banco de Hábitat en las AICOMs CoKOA proporcionaría los recursos adecuados para crear un plan de conservación sostenible para la protección de Saccopteryx antioquensis y su hábitat.